La ansiedad...¿Es negativa?
- Pamela Otero
- 10 sept 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 ene 2021
Hoy por hoy, es muy fácil escuchar hablar de ansiedad poniendo el foco en todas las cosas que suceden alrededor como causantes de la misma. Tener ese concepto es erróneo ya que la ansiedad es parte natural de nuestro cuerpo e incluso, la necesitamos.
No es una enemiga que vino a instalarse y con la que nos encontramos en una lucha de poder continúa por ver quién toma el control, no se puede luchar contra lo inevitable, por esto no se erradica, se acepta y se aprende a regular para que su función siga siendo benéfica: protegernos.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad en sí misma, no es negativa, de hecho es una gran aliada: un mecanismo de defensa que actúa ante la percepción de una posible amenaza, preparando al cuerpo químicamente, activando el sistema nervioso y motor, para poder anticiparnos a dicha situación y actuar en consecuencia.
En simples palabras, nos alista ante el peligro. Por otro lado, ante algún objetivo propuesto o acción a llevar a cabo, puede funcionar también como un estimulante natural para avanzar en la actividad.
¿Cuándo se vuelve negativa?
Se convierte en nociva cuando se hace hábito, existiendo o no situación real amenazante, donde ya cualquier factor puede ser un posible detonante de este estado de alteración, irrumpiendo negativamente en tu calidad de vida.
Si este conflicto interno no se resuelve y la ansiedad no se regula, a consecuencia, además del estrés, inseguridad, miedos, angustia u otras emociones negativas que puede provocar, pueden llegar a presentarse malestares físicos como trastornos de sueño, gástricos, ausencia o exceso de apetito, falta o exceso de energía, entre otras sensaciones más intensas como son los ataques de pánico.
Se desencadena a partir de una serie de pensamientos negativos que se volvieron automáticos y habituales (Provenientes de creencias limitantes, emociones inconscientes que se imprimieron en la infancia, traumas, recuerdos perturbantes, experiencias dolorosas, etc.)
Esto sucede debido a una errónea interpretación de la realidad; Nos aferramos a una idea de la realidad actual sugestionados e influenciados por estos factores internos, realizando una errónea interpretación de ella, y le vamos dando tanta fuerza a esa representación ilusoria, que construimos un sistema de valores dañino, proyectando fuera lo que verdaderamente sucede dentro.
Ver al elefante en la habitación
Claro está que los factores externos pueden intervenir negativa o positivamente, sin embargo, la raíz del conflicto no proviene en esencia desde el exterior, sino desde esa sensación interna de rechazo ante aquello que nos produce ansiedad.

La causa no es el objeto externo en sí que se presenta como peligroso, sino la evocación de una sensación primaria antigua que quedó fijada en el inconsciente, generando hoy la repetición de un síntoma que se ve trasladado a dicho objeto actual.
Volver al origen que dio inicio a este síntoma, es lo que nos permite desbloquear esas emociones estancadas que nos limitan en el presente. Vivir con miedo no es vivir Y TÚ ESTAS VIV@, ENTONCES ¡VIVE! PORQUE NO HAS VENIDO A OTRA COSA.
“Lo que niegas, te somete; Lo que aceptas te transforma.” Carl Jung
댓글